Con veinte tramos y una distancia competitiva de casi 300 kilómetros en carreteras asfaltadas estrechas y sinuosas, el Rally de Croacia supuso un verdadero desafío tanto para los pilotos como para los coches.

Volviendo a competir en el WRC después de sumar valiosos puntos en enero en el Rallye Monte-Carlo en el C3 Rally2, Yohan Rossel no perdió tiempo en mostrar su ritmo a sus rivales. Junto a su copiloto Valentin Sarreaud, Rossel aprovechó todo el potencial del C3 Rally2 para situarse en lo más alto de la clasificación del WRC2 tras la SS1.

Rossel y Sarreaud continuaron con una sólida actuación, manteniéndose fuera de problemas y manejando su liderazgo durante todo el fin de semana para asegurar su primera victoria de clase en el WRC2 en el C3 Rally2. Rossel también anotó cuatro puntos adicionales para el Campeonato Mundial de Pilotos al establecer el segundo tiempo más rápido en el Power Stage.